Seguramente te estés preguntando tras leer el título del post si tengo una novela secreta guardada a punto de ver la luz, o alguna macabra historia escrita de la que no quiero hablar. Nada más lejos de la realidad, aunque la primera opción es la que más se acercaría. A ver, me voy a explicar mejor. Si me sueles leer en las redes, tal vez te has fijado en que últimamente he hablado y publicado imágenes sobre una última novela de la que no he aportado muchos datos. Se trata de un manuscrito secreto.
¿Por qué secreto?
Porque no he dado detalles sobre la trama y mucho menos pistas acerca del título. Lo único que he confesado es que se trata de una distopía, y que no tiene nada que ver con la novela distópica que publiqué hace ya dos años: Neurogénesis. Bueno, esto no lo había dicho antes, te lo cuento ahora para generar un poco más de interés, y porque mucha gente me ha pedido que haga una segunda parte de Neurogénesis, pero de momento no está dentro de mis planes. Aunque como se suele decir, nunca digas nunca jamás.
Vale, muy bien, pero ve al grano
Seguro que es lo que estás pidiéndome a través de la pantalla: que vaya al grano. Está bien, no me ando por las ramas. El motivo por el que no he contado nada acerca de la nueva novela es porque mientras la revisaba, incluso mientras la dejaba reposar, no tenía muy claro qué iba a hacer con ella, es decir, si quería enviarla a editoriales, si publicarla por mi cuenta o si dejar que cogiera polvo en un cajón. He querido guardarla en secreto a la espera de decidirme, no solo analizando el resultado sino también siendo coherente con mis ganas de seguir luchando por publicar. Hace un tiempo publiqué un post en el que confesaba que estaba reflexionando y que vaticinaba cambios sobre los que tenía que tomar decisiones. Una de estas decisiones era precisamente acerca del manuscrito sobre el que estaba trabajando, que no es el único, pero sí sobre el que tenía más dudas.
Lo que he decidido sobre el manuscrito secreto
Después de toda la introducción, confieso que aunque me tienta mucho el luchar por encontrar nueva editorial a la que le gusten mis novelas y quiera publicarme, incluso habiéndome planteado la autopublicación para poder compartir con todos mis lectores esta nueva historia, he tomado la decisión de reservarme el nuevo manuscrito para poder presentarlo a diferentes concursos. ¿Qué te parece la idea?
Otros proyectos
Eso no quiere decir que no vayas a tener la oportunidad de leer nada nuevo mío, porque como ya he comentado antes tengo otras historias entre manos con las que estoy trabajando, son algunos relatos, una novela corta y una novela «larga». De esta última, por cierto, también he hablado alguna vez, y en esta ocasión sin secretos: se trata de una historia que se desarrolla en los años 80, durante la Movida madrileña.
Y ahora, una anécdota
Volviendo al manuscrito secreto del que, lo siento, no puedo revelar ni el título ni la trama, por si participo en diferentes concursos, me gustaría contarte una anécdota curiosa que me ha pasado este verano. Hace un año conté en mi blog que había retomado una historia que me había estado rondando en la cabeza hace tiempo, gracias sobre todo a una película que me la había recordado. Desde que vi esa película en cuestión, cuyo título es Sucker Punch, me había picado el gusanillo de escribir la historia del tirón, saliese como saliese. Y así lo hice. En algo más de un mes, a lo largo de agosto y parte de septiembre, escribí ese manuscrito en bruto, sin muchas modificaciones, dejándome llevar por lo que me pedía el desarrollo de la trama, creando personajes nuevos que apoyaran a los que ya tenía en mente. Después, una vez puse el deseado y a la vez doloroso «fin», la dejé reposar, con la idea de volver de nuevo sobre ella para retocarla, corregirla y añadir los detalles que se me ocurrieran después y que reforzaran la trama. Además, tenía muy claro que quería tomármelo con calma. Pues bien, un año después, tras un par de nuevas lecturas y las correspondientes correcciones, decidí que ya era hora de hacer la revisión definitiva y decidir en serio qué quería hacer con ella. Estaba empezando agosto, la novela había macerado un año. La anécdota viene porque en todo este año he sentido la curiosidad de volver a ver Sucker Punch, no porque me hubiera encantado (lo que sí ha hecho su banda sonora, me parece fantástica) o porque me pareciera una buena película (que no me lo parece, pero eso sí: los efectos especiales, espectaculares), sino más bien por una especie de reafirmación: ¿por qué me había recordado aquella historia de la que tenía ideas sueltas y que todavía no había conseguido plasmar en un papel? Pues bien, no me había surgido la oportunidad de volver a verla… hasta justamente este mes de agosto, ya que la han subido a la plataforma Netflix, a la que estoy suscrita. Cuando vi que ¡por fin! la habían incluido en el catálogo, me quedé pasmada, ya que hacía poco había comenzado la que pretendía que fuera la última revisión de mi manuscrito. ¿Casualidad? Sea casualidad o no, a mí me gusta pensar que es una señal, y la verdad es que creo bastante en las señales. Total, que ya te he contado las novedades acerca de ese manuscrito secreto por registrar sobre el que he estado trabajando el último año y que es extraoficialmente mi tercera novela. Y digo extraoficialmente porque, quién sabe, a lo mejor ve la luz antes otro trabajo mientras el manuscrito lucha por dejar de ser secreto.
Odio esa película, pero sí, la estética y la banda sonora son alucinantes. Me parece una buena idea que presentes tu manuscrito a concursos. Salga lo que salga de ahí, espero que vea la luz tarde o temprano. Estaré atenta a todas las novedades. Biquiños!
Muchas gracias, guapa 🙂