Corrigiendo mi último manuscrito
Tras haber dejado reposar durante varios meses la que es mi última novela terminada, hace unos días decidí imprimirla y corregirla sobre papel, sabía que así me iba a resultar más sencillo poder anotar mis propias impresiones, añadir datos nuevos, jugar con el orden de los acontecimientos y, por supuesto, hacer la corrección ortográfica.