Con el título que le he dado a esta post podríais pensar que ya tengo lista y a punto de entrar en el horno mi nueva novela. Pero no es así. La verdad es que aún la tengo a medio gas, tratando de encender ese horno, pero me he quedado sin combustible.
Basta de metáforas.
No voy a andar con secretos: estoy pasando por un período de bloqueo de cuyos origines, los hechos desencadenantes, tengo mis ligeras sospechas. Para no adentrarme mucho en ellos, porque tampoco vienen al caso en este post, os puedo hablar sobre uno de ellos. Se trata de la época en la que se desarrolla la historia, y aunque puede parecer sorprendente, ya que es un periodo que me encanta y del que me apetece mucho escribir, ha sido a la vez inspiración y muro.
Hace unos meses, en plena recta final de la creación de Neurogénesis, vi en TVE un documental sobre esa época de la que os hablaba. Ah, todavía no os he dicho de cuál se trata… He estado un poco reticente a hablar sobre ello por una extraña superstición que llevo arrastrando desde hace años y que se ha ido acentuando: Con cada libro cada vez me cuesta más hablar antes de tiempo (es decir: antes de terminarlo) sobre su trama. Y en el caso de la novela en la que estoy trabajando, más que la trama me ha costado confesar la época en la que se desarrolla. Pero esta vez voy a confesar, porque tras mucho meditarlo, y sobre todo tras haber tenido una conversación muy motivadora con una amiga que ofrece servicios de marketing para artistas, he llegado a la conclusión de que hablar sobre ello me puede ayudar a deshacerme de ese bloqueo que aún estoy arrastrando. Allá va: mi próxima novela se desarrolla en los años 80 en España, y en concreto Madrid, en plena victoria de la Democracia tras el periodo de Transición, cuando bullía por las calles una especie de movimiento cultural, de libertad, una “nueva forma” de afrontar la vida, de crear… a la que posteriormente se denominó “la Movida“.
De esto os iré hablando poco a poco, ya que he decidido ir ofreciendo píldoras acerca del progreso y de la temática del manuscrito en mi fanpage de Facebook.
Hace tiempo hice algo similar mientras buscaba editorial para publicar Fotografiar la lluvia: mantuve un blog en el que hablaba de la trama, de los personajes, de los elementos protagonistas… al tiempo que evaluaba el progreso de mi búsqueda. Con Neurogénesis fue diferente ya que desde hacía tiempo me había centrado en la presente web, además de que Algón Editores habían aceptado mi manuscrito (confiando nuevamente en mí) y yo buscaba otras vías de promoción. Me habría gustado haber comentado más acerca de esta distopía en su momento, para sacarla fuera de otra manera, para ofreceros diferentes adelantos.
Así que de nuevo vuelvo a las andadas, pero esta vez desde el principio, y me encantaría que muchos de vosotros me acompañarais durante el proceso.
¡Hagamos una regresión conjunta a los ochenta!
Pues yo te acompaño. ¡Vamos a los 80! 🙂
¡Genial! 😀
El otro día escuché a un monologuista decir que “la movida madrileña” era un día que Almodóvar salió de copas en enero de 1980 y volvió a su casa en diciembre de 1989….jajaja.
¡Mucha suerte con este nuevo proyecto!
Un abrazo madrileño.
Jajajaja muy bueno xD Aunque realmente yo no le daría “tanta importancia” a Almodóvar… Yo casi diría que Kaka de Luxe son algo así como los precursores visibles a finales de los 70 😉
Gracias por tu comentario y por tu apoyo. Un abrazo 🙂
Yo nacía finales de esa década, así que me encantará descubrir más sobre ella acompañándote en este viaje. Biquiños!
¡Genial! «Viaje con nosotros…», cantaría Javier Gurruchaga 😉 Besotes, rubia