Deberíamos pensar siempre en nuevos comienzos cuando se acaba una época, recapacitar sobre si un final o una mala noticia puede ser una oportunidad diferente. Tendríamos que saber aprovechar esas puertas que se cierran para hacer leña y prender el fuego de nuevas ilusiones. Tratar de ver el lado positivo de lo que nos parece un desastre, arreglar el caos en nuestro favor. No desmoralizarnos sino volver a levantarnos o al menos luchar por guardar el equilibrio.
Todo esto debería aplicármelo a mí misma también, sobre todo cuando la moral flaquea o se me resbala entre los dedos. Llegan tiempos de cambio, tiempos de reflexión y de tomar algunas decisiones. Llega también un final que da paso a un nuevo comienzo que no sé qué camino trazará. Y tal vez el sendero sea más sinuoso, o quizá marque una línea recta que me conduzca hasta una salida cercana. Aún no lo puedo saber. Tengo algunas certezas pero sobre todo mucha incertidumbre, y he cargado la mochila de víveres para poder sobrevivir, por si me pilla la tempestad.
Es difícil volver a empezar, pero tenemos que acostumbrarnos a hacerlo. Ánimo, que tú puedes 🙂 Biquiños!
Gracias, guapa :-*
Ya sabes que tienes amigas que estamos dispuestas a apoyarte y a ayudarte en esta nueva etapa.