Hace unos días me enviaron este texto que en clave de humor nos habla de lo agotador que puede llegar a ser publicar tu primera novela. Me gustaría compartirlo con todos vosotros, la premisa es leerlo como si se tratara de un monólogo digno del Club de la Comedia, con el mismo tono irónico y burlón.
Espero que os guste:
Qué duro es ser escritor nobel…
Pero no nobel de esos a los que le dan un premio, no… Sino de los que publican su primer libro, aunque al nobel también aspiramos, ¿eh?
Para empezar un nobel tiene que tener 2 cosas.. Mucho amor propio y mucha pasta, lo primero para aceptar las 200 negativas de las editoriales y la segunda para haber mandado anteriormente 200 manuscritos a las anteriores. Porque dime tú, en pleno siglo XXI qué editorial acepta manuscritos en formato digital… Que digo yo que será para según el tamaño del tomo, si les cuadra aprovecharlo para calzar la mesa del despacho que cojea desde hace meses.. Que está la cosa muy mala… De ahí que el nobel, perdón, novel, cometa tantas faltas, es por ahorrar, no por desconocimiento gramatical.. A ver qué os vais a pensar…
Por recortar el novel hasta tiene que hacer presentaciones con sólo 4 personas.. Y por supuesto ahí no puede faltar tu madre, sacándole punta a todo y diciendo a voz en grito “pues para ser tan vaga como eras en casa, no sé cómo has llegado a escribir un libro”. Pero por supuesto tú en los agradecimientos has escrito “gracias mamá por ese apoyo incondicional de madre y confiar siempre en mi”.
Los que nunca te pueden faltar son tus amigos, muchos de ellos de Faceebok, compañeros de la facultad o del colegio que hace 20 años de media que no ves, pero que tras saber de la publicación reaparecen en tu vida como si en lugar de un libro hubieras sacado unos donettes. Y llega el día en el que te ofrecen firmar en la feria del libro y por supuesto ahí están ellas, “Pepi, Luci y Bom”, como os hacíais llamar en la época universitaria, de repente te llega el típico wassap “oye Mari, que lo sentimos pero se nos ha liado la cosa y vamos a llegar un pelín tarde… No te enfades que estamos de camino”.
¿Y como me voy a enfadar? ¿Yooooo? Que veo desde la caseta a las 3 golfas haciendo cola esperando que les firme Mario Vaquerizo 3 casetas más abajo? Está claro que están de camino…
Y cuando llevas 2 horas ahí sentada esperando que alguien te pida un autógrafo, ahí aparece Vanessa, la vecina repelente del 5 con la que no querías jugar y para la que cualquier excusa era buena, que se ha enterado de que eres “famosa” y ya no te la quitas de encima en lo que queda de tarde…
Cuando crees que no puede ir a peor la cosa, aparece Luis, el guaperas de clase que todo sea dicho, ha acabado haciendo de camarero en un bar de chonis, que no te hacía ni caso y por no saber no sabía ni tu nombre… Ahí aparece saludando desde lejos “eey tu eres Ana, Ana García!!, del colegio de la Santisima Trinidad!!” En ese momento tu, parapetada tras tu caseta, con un cartel que reza “hoy firma Susana De las Heras”, porque por supuesto Ana García es un nombre vulgar y has querido publicar bajo seudónimo, no sabes donde meterte, dudas entre huir o saltar sobre la caseta y abalanzarte sobre el pijo de Luis para ponerle el jersey que lleva por los hombros como mordaza.
Que esa es otra, el seudónimo… Cuando se entera tu padre de que no vas a usar su apellido!! Vaya drama!! Él que se siente tan orgulloso de ti, no da crédito a que te avergüences de ser un García, un apellido histórico…
Al final esa tarde acabas firmando como Ana, cerrando tu cuenta de Facebook, desinstalando wassap y planteándote si después de haber plantado un árbol, y haber escrito un libro, tener un hijo va a ser buena idea…
¡¡¡Buenísimo Lluvia!! jejeje… además lo he leído en voz alta, a forma de monólogo, y los que estaban a mi alrededor.. ¿sabes lo que han pensado, no?
Un abrazo..
¡Por cierto! soy novel a mucha honra.. Tú, segunda niña en camino..
Imagino lo que habrás pensado, jajaja. Yo también soy novel a mucha honra
Lo que me he reído. Acabo de decidirme, mejor publico con mi nombre 😛 Biquños!
Una gran decisión jajajaja
Besos, guapa