¿Por qué un seudónimo?

Hace poco mientras me hacían una entrevista para el Diario de Mallorca me preguntaron el porqué de mi seudónimo, cómo lo había elegido y por qué había decidido publicar con él. Tras mucho desvariar y teorizar sobre mi constante uso de apodos o sobrenombres para firmar mis escritos a lo largo de mi vida y llegar a la conclusión de que por fin había conseguido encontrar el seudónimo con el que me sentía a gusto, dije algo así como que cuando usas otro nombre sientes que te vistes con una especie de caparazón que te protege, con el que te sientes más fuerte. No recuerdo cuáles fueron exactamente mis palabras. Al final, en la entrevista lo que aparece es “te sientes más segura, es como una manera de esconderte bajo una máscara”, y tras leerlo una y otra vez temo que mis palabras puedan ser malinterpretadas, porque no es que eligiera un seudónimo para ponerme una máscara, porque realmente sigo siendo yo, no pretendo convertirme en otra persona, pero sí es verdad que el hecho de utilizar un nombre diferente al que recibí al nacer siempre me ha gustado y me ha hecho sentir cierta seguridad a la vez que me divertía.

¿Por qué los escritores en general deciden publicar bajo seudónimo? Hay casos como el de Stephen King o J. K. Rowling que han llegado a firmar novelas bajo otro nombre para diferenciar el género literario que publicaban (se supone), Richard Bachman y John Swithen en el caso de King y Robert Galbraith en el caso de Rowling. También hay quienes no quieren que se sepa su verdadera identidad, quienes decidieron firmar con un nombre perteneciente al sexo contrario por diversos motivos (discriminación, expectación, ambigüedad…), por supuesto los hay que simplemente acortan sus nombres, o los que quieren diferenciar así su trabajo del oficio de escritor.

Sea por el motivo que sea, no entiendo que tengamos que justificar el uso de un seudónimo. ¿Es porque te avergüenzas de tu nombre real? ¿Es porque tu nombre es demasiado vulgar? ¿Es porque hay miles, millones, de personas que se llaman igual que tú? ¿Es porque quieres llamar la atención? Son muchos los motivos, no tiene por qué deberse a que te avergüences o reniegues de tu nombre, como mucha gente cree. Quizás el motivo de más peso es el hecho de que se trate del nombre que eliges tú para ti, el que te sienta como un guante, el que te ayuda a definirte, el que denomina a esa persona que has ido forjando con los años.

En algunas páginas te dan consejos para encontrar el seudónimo con el que te sientas más a gusto, nunca está de más tenerlos en cuenta ya que a veces es complicado dar con ese nombre “perfecto”. Yo he tardado años en encontrarlo.

Por otro lado, es comprensible que quienes siempre te han conocido con tu nombre real se líen o no sepan muy bien cuándo o cómo utilizar ese otro nombre. ¿Cuándo se separa tu yo cotidiano de tu yo literato? No es fácil mantener el anonimato, sobre todo si lo que quieres es promocionar tu obra. Esto requiere un ejercicio de paciencia, para el escritor y para quienes le rodean.

En definitiva, creo que cuando un artista decide crear bajo seudónimo no hay que preguntarle nunca el porqué ya que forma parte de su proceso creativo, y esas cosas no se pueden o no se deben explicar.