Foto: Xisco Alario.
Siempre he sentido que me faltaban referentes femeninos en la literatura. ¿A ti también te ha pasado? No me refiero tanto a autoras (que también) sino más bien personajes de mujeres empoderadas. Quizás por eso entre mis obras preferidas de adolescente están aquellas en las que aparecen mujeres independientes y fuertes. Y qué decir de la diversidad afectiva… No fui consciente de ello hasta la madurez, cuando caí de la parra y empecé a centrarme en todo aquello que me preocupaba o motivaba.
Comencé a escribir cuando era pequeña por diversión y para imitar las historias de aventuras que leía.
Siempre he tenido la necesidad de plasmar las locuras que se me pasaban por la cabeza aunque no tuvieran sentido. Con los años he ido dando forma a algunas de ellas, buscando un porqué o simplemente creando una historia alrededor. Me he movido casi siempre dentro del costumbrismo, pero desde que descubrí que algunos de mis desvaríos podían encajar dentro del género distópico he introducido la distopía social como parte de mi seña de identidad.
He trabajado mi estilo a lo largo de los años, he ido adaptándome también a los cambios que se iban produciendo en mi vida y a mi forma de ver el mundo, y te voy a confesar una cosa: aparte del descubrimiento de la distopía como género de ciencia ficción, mi vida cambió cuando me puse las gafas violetas, porque entonces fui consciente de la gran base feminista que tenía mi obra. Por cierto, te animo a buscar el término feminismo si tienes un concepto preconcebido, porque cuando yo lo hice me di cuenta de lo equivocada que había estado con respecto a lo que abarca. ¡Pero esa es otra historia!
En paralelo a mi evolución como escritora está el autodescubrimiento constante, es algo inevitable. Por eso, cuanto más consciente soy de mi forma de ver el mundo y de entender las relaciones personales y sentimentales, más he querido alejarme de la normativa y dejarme llevar por la diversidad. Por eso, me considero autora LGTBIQ. Bueno, por eso y porque me incluyo dentro de esas siglas (ya me entiendes).
Mi primera incursión en el terreno literario fue con La ciudad del frío, relato que fue leído en el especial “Cuento contigo” de M80 Radio. Aparte, he compartido algunos de mis escritos en la web de Literatura Nova y he colaborado en la revista literaria La Bolsa de Pipas (ed. Sloper) y en diversas webs.
Mi primera obra en ser publicada fue la novela urbana Fotografiar la Lluvia: primera edición en 2013 con ed. Algón Editores, y segunda edición en 2020 con {Pie de Página}. La siguieron la distopía Neurogénesis (Algón Editores, 2015) y el relato ciberpunk Estela dentro de la antología CiFi Quasar 2 (Nowevolution Editorial, 2017). Nunca he descartado la autopublicación, por eso puse a la venta en Amazon la recopilación de relatos y reflexiones Lo que encontré en un cajón.
Mi última novela es una distopía social titulada Las insurrectas: cicatrices y publicada por LES editorial (noviembre de 2020).
Actualmente combino la escritura creativa con trabajos de copywriting. También voy plasmando mis desvaríos en Instagram, Twitter y Facebook, y compartiendo algunos relatos en La novena extinción.
Y ahora que ya conoces un poquito sobre mí, te animo a que me cuentes algo sobre ti o me dejes algún comentario a través del formulario de contacto. Y si quieres podemos conectar a través de las redes sociales: estoy presente en Instagram, Twitter y Facebook 😉.
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