El amor imperfecto, de Sara Rattaro

Para la campaña de fomento de la lectura iniciada por el Gremi de Llibreters de Mallorca, en la que colaboro a través de Mallorcablogs, elegí la novela El amor imperfecto, de Sara Rattaro, y lo hice porque en la sinopsis se indica que uno de los personajes sufre sordera y me apetecía ver cómo había enfocado ese problema la autora. La novela la ofreció Llibres Colom, librería situada en el centro de Palma, con cuyas propietarias ya había tenido ocasión de charlar el pasado mes de diciembre, cuando fui a recoger un cheque que me había concedido Librerías CEGAL a través de un concurso.

El amor imperfecto es la segunda novela de Sara Rattaro, escritora Genovesa licenciada en Biología y Ciencias de la Información, quien según sus propias palabras deseaba comprobar con aquella si el éxito de su primera obra, Si escucharas mi corazón, no había sido casual y si “era capaz de ser escritora”. En sus novelas, Rattaro se inspira en hechos reales generalmente de personas a las que conoce, y ahonda en sentimientos y relaciones interpersonales.

Cuando vi la portada de El amor imperfecto no me llamó demasiado la atención, de hecho no la habría elegido si no hubiera sido por lo que reza la sinopsis, la cual me transmitió que aunque parecía tratarse de una novela romántica, género que no me gusta demasiado, podría tirar más hacia una historia moderna sobre la vida misma: “una historia sobre todos nosotros; de la fragilidad de un amor tan grande como imperfecto”.

El libro se divide en cuatro partes, cada una de ellas narrada por cada uno de sus personajes. A través de sus páginas, Rattaro nos cuenta la historia de un matrimonio joven, de cuarenta y pocos años, que ha luchado por ayudar y educar lo mejor posible a su hijo sordo afectado de hipoacusia bilateral, con la ayuda de su hija adolescente, quien ha tenido que madurar a marchas forzadas. El matrimonio parece sólido, y a pesar de las dificultades podría decirse que son felices. Sin embargo, todo se desestabiliza cuando el padre se reencuentra con un amor de la adolescencia, una chica a la que nunca pudo olvidar. Así, la mayor parte del libro será él quien nos cuente en primera persona toda su historia, entremezclando presente y pasado, de una forma muy bien estructurada y que nos va desvelando poco a poco los porqués de sus decisiones. Son siete capítulos en los que se nos muestra a un hombre asustado que no sabe cómo controlar lo que siente por ese antiguo amor y que al mismo tiempo no puede renunciar a su familia, ni echar abajo todo por lo que han luchado, utilizando como excusa la posible desestabilización de su hijo sordo. Me falla que a veces utiliza un estilo directo en presente, como si hablara con su mujer o con su amor platónico, de una forma un tanto repentina que no me cuadra. Por lo demás, hace uso de un lenguaje sencillo y directo, muy actual sin caer en falsos tópicos, haciendo que el protagonista nos abra su corazón y nos muestre todas sus dudas y contradicciones.

Se pueden destacar, a mi parecer, dos temas alrededor de los cuales gira toda la historia: por un lado, la sordera del hijo y que ha provocado que las vidas tanto de sus padres como de su hermana se adapten a sus necesidades de una forma mucho más proteccionista de lo que quizás él necesita; y por otro, el amor adolescente inconcluso del padre, que hacen que tiemblen los cimientos de su matrimonio sin que al principio lo sepa el resto de la familia.

Finalmente me encontré con una novela de amor que nos muestra una serie de situaciones verosímiles, pruebas sentimentales y contradicciones en las que cualquiera de nosotros nos podríamos ver inmersos sin pretenderlo. ¿Cómo reaccionaríamos?, ¿seríamos capaces de sucumbir a las tentaciones, de luchar por lo que amamos, de prorizar? ¿O simplemente sucumbiríamos mientras tratamos de mantener la estabilidad de nuestras vidas?