Creo que debe de ser común a todos los que nos gusta escribir historias, más o menos largas, el hecho de que cuando una idea parece alumbrar cierto camino y nos apasionamos con ella,en breve surgen otras que poco o nada tienen que ver y que dividen nuestra creatividad hacia diversos puntos. Con esta parrafada quiero decir que a veces cuando comenzamos a dar forma a una idea, imagen o lo que sea que nos ronda la cabeza, se nos ocurren otras historias que nos hacen difícil (en ocasiones) dedicarle más tiempo a la primera. O no… Si la idea es para algo breve, puede supone un punto de inflexión, o de desconexión con respecto a la historia principal, pero si queremos hacer un desarrollo amplio la cosa se complica.
Desde hace un tiempo tengo dos historias importantes en mente, la primera la llevo rumiando desde hace bastante tiempo y parece que se resiste a salir por cierta complejidad a la hora de hilar la trama y juntar las partes que tengo escritas (sobre esto creo que merecería la pena hacer un post aparte hablando de lo caótica que puede llegar a ser mi forma de escribir); la segunda surgió de pronto en mi cabeza y no tiene nada que ver con la otra, comencé a escribir un buen trozo pero la dejé en maceración porque mi empeño es terminar la que me resulta más complicada (¿cabezonería, masoquismo…?). Quién sabe, a lo mejor termine ambas casi a la vez.
A veces el que tu cabeza esté en constante ebullición puede suponer una gran inyección de creatividad, pero en ocasiones también puede bloquearte, como creo que a mí me ha pasado recientemente. O tal vez sólo hay que saber priorizar, organizarse, y saber cómo dar salida a cada idea. Cada uno tiene su método y su momento, que también influye.
Por ejemplo, para mí este post ha supuesto calentar motores antes de abrir hoy mi proyecto 😉
A veces estamos en sequía y cuando todo brota de repente nos vemos desbordados. Tómate un kit-kat 😛 Biquiños!
Después de la sequía ha venido el desbordamiento para mí, y prefiero en este caso “morir ahogada” jajaja
Besos, guapa
Me ha encantado el post.
Yo me dedico a leer, no a escribir, no creo que supiera hacerlo. Así que es inevitable que me sienta irremediablemente atraída por todo lo que me acerque a ese momento en que comienza el proceso creativo. Esa mente en ebullición de la que luego brotará un universo en el que, con un poco de suerte, podré pasearme
Besos
Sin duda, los que tenemos la mente en constante ebullición necesitamos gente a la que mostrar nuestras paranoias, rayaduras… o sea, nuestras creaciones 😉
Gracias por pasarte y comentar. ¡Besos!