Hace unos días me llegó un mail de la editorial Nowevolution en el que anunciaban los relatos seleccionados para formar parte de una antología de Ciencia ficción que verá la luz este mismo año. Así mismo aseguraban que habían «dividido en dos la convocatoria ante el gran nivel de los relatos recibidos», según palabras textuales. Mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que en el primer volumen aparecía el título del cuento con el que yo había participado en el concurso que habían organizado a principios del año pasado. Tuve que frotarme los ojos y fijar la vista hasta que me convencí de que no me había quedado dormida (era tarde y no me había tomado mi café nocturno…). ¡Si no hubiera sido por la hora intempestiva, habría dado saltos de alegría!
Me hace especial ilusión tan buena noticia, primero porque la Ciencia ficción no es un género en el que me desenvuelva con facilidad, por eso para mí es un reconocimiento importante el que me hayan seleccionado; por otro, porque me motiva y es un nuevo espaldarazo después de las dudas con las que terminé el año pasado y de las que os hablé brevemente en mi anterior post; y tercero, porque el relato que va a ser publicado me gusta especialmente, por la temática y por los personajes que lo protagonizan. De hecho, hace unos días estuve pensando en él —¿casualidad?—, y me dije que tenía que presentarlo a más concursos o incluso reciclar la historia y los personajes, volver a trabajar sobre todo esto. La editorial Nowevolution convocó el concurso en enero de 2016. Estuve dudando sobre si participar o no, ya que en aquel momento no tenía nada que creyera que pudiera encajar. Sin embargo, en un brote de inspiración, de pronto tuve una idea y no pude quitármela de la cabeza hasta que la vi desarrollada sobre un papel. Recuerdo una mañana de enero en la que tomé notas al respecto y Serendipy me hizo una fotografía que después subió a Instagram:
Ahí empecé a gestar la historia, aquella mañana, durante aquel desayuno. Y el resultado no me pudo satisfacer más.
¡Estoy deseando poder tener el volumen de Quasar II en mis manos!
Enhorabuena!!! Lo que yo decía, de dejar de escribir nada, sino mira cuántas cosas nos perderíamos. Biquiños!
Gracias, guapa 🙂 La verdad es que sí, nos perderíamos muchas cosas, muchas satisfacciones, la más grande la de releer nuestros escritos y sentirnos orgullosos nosotros mismos. Lo malo es que cuando aparece la frustración, cuando crees que vas nadando a contracorriente y el ánimo flaquea demasiado, es difícil sacarse esos pensamientos de la cabeza y seguir escribiendo con ilusión. Gracias por tu apoyo y tus palabras :-*